Dorado de libros

La rotulación de títulos o de hierros empleando pan de oro se realiza bien sobre huella marcada previamente o directamente sobre la piel, sin huella, pero con marcas que permiten el exacto posicionamiento, efectuadas con la plegadera o mediante la colocación de papeles, cartulinas o cintas adhesivas que una vez retiradas no causen daños.

Operaciones en la aplicación del pan de oro:

Preparar un diseño exacto del trabajo a realizar.

Marcar en seco sobre la piel los hierros, dejando huella o bien con marcas de referencia.

Sobre la huella se aplicará una capa de mordiente. Tradicionalmente se ha empleado la clara de huevo al no dejar mancha. Una vez seca la primera mano se aplicara una segunda mano y si es preciso una tercera algo más líquida.

Sobre el área adyacente se aplica por medio de una muñequilla una capa de aceite de almendras.

Se cortará un trozo de pan de oro sobre el pomazón, de un área suficiente para cubrir toda la huella.

Por medio de la polonesa, pajuela, voluta de algodón o simplemente con un dedo se traslada el trozo de oro y se posiciona sobre la zona a dorar, quedando pegado sin fijarse debido a la acción del aceite de almendras.

Con una muñequilla de algodón limpia se presiona mediante leves toques sobre el pan de oro al objeto de que ciña sobre la piel, resaltando asi la huella.

Si el dorado es complejo, superponer una segunda capa de pan de oro, que se presionara con la ayuda de la muñequilla de algodón.

Calentado el hierro o componedor a temperatura adecuada que habremos probado previamente, se entrará perpendicularmente en la huella, presionando con decisión a fin de que el oro quede fijado.

Con un paño limpio, se procederá a retirar el oro sobrante, quedando el motivo estampado, perfilado, nítido y fijado.

Si fuera necesario cubrir alguna falta, repetiremos el proceso, desde la aplicación del mordiente.